Me envolvisteis en un amor...¡Sagrado!, con fragancias de un añorado pasado, que los tiempos no consiguieron abolir, vuestra eternidad aun perdura en mí... por los siglos de los siglos... con profundas raíces en el alma.
¡Decidme!...¿como vivir sin vos?... en una época que desconoce mi razón... ¿donde hallar vuestros ojos amor? a los cuales rendí el corazón...¡decid! ¿como adormecer la consciencia?... ante el desgarro que provoca... ...¡vuestra ausencia!...
Mi ser solo halla lugar en el destierro, lejos de este arduo infierno que me devora cada sentimiento en mí os evoca, cual dama desvalida sin vuestro abrigo mi cuerpo frío... se torna roca, un ayer que aun palpita entre dos entes, que a pesar de la distancia se sienten
Sentenciada a vivir esta era... ...¡cual condena!... cuando el alma aun herida de muerte, sigue en su dolor...¡consciente!, y en su lenta agonia entre lagrimas, vuestro nombre musita... ¡retornad a mi!...os invoca mi sentir...
Sin vida anido en el impuesto retiro... al cual me convida el destino, con el alma entre barrotes mi vida entrego a Dios...¡como dote!, en los aposentos de mi memoria, entre inmortales recuerdos... eternizo nuestra historia...
Si os reconoceis en mis letras...¡volved!...
Derechos de autor... Maria del Carmen Tenllado (Damablanca)
EXPEDIENTE MA-00843-2006
Perteneciente a la obra: Una Dama Blanca asomada al balcón de sus fantasías.