“Cuando te rompes una pierna necesitas llevar muletas una temporada”
La necesidad de las muletas es evidente cuando nos rompemos una pierna, pero cuando lo que se rompe es el corazón, el espíritu o el alma, la necesidad de una muleta es menos clara. Una muleta es un apoyo del que dependemos todo el tiempo que nos resulta imprescindible.
Después de más de veinte años de psicología barata y de fórmulas de éxito inmediato “para conquistar el mundo”, parece difícil aceptar que, a veces, dependemos de los demás o necesitamos una muleta. Dejar que alguien nos cuide cuando estamos heridos o la vida nos niega su lado bueno, nos parece un signo de debilidad, pero ¿es mala la debilidad? ¿Por qué está tan mal considerada? ¿Qué hay de malo en dejar que nos cuiden el corazón y el alma durante un tiempo? El amor devuelve la salud y dejaremos las muletas cuando mejoremos.
Si necesitas una muleta, date permiso para usarla. Si tienes la suerte de disponer de un ángel humano, déjate querer. Hay que dar y demostrar amor. Pide a los ángeles que te ayuden a ser consciente de que necesitas unas muletas y a saber usarla sin abusar. Todos somos frágiles y nos rompemos con facilidad, por tanto, no forcemos la curación antes de tiempo. Con los ángeles a nuestro lado, todo servirá para adquirir seguridad; no te preocupe la dependencia o la independencia, sé sincero con tus sentimientos y los ángeles te ayudarán a conseguir lo que de verdad necesitas para curarte.
Sacado de la Red
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