Te haré dormir seguro. Oseas 2:18 Sí, los santos tendrán paz.
El pasaje de nuestro texto nos habla de una alianza
«con las bestias del campo,
y con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra». Tal es la paz en medio de los enemigos
de este mundo, de las pruebas misteriosas
y pequeñas contrariedades.
Todas estas cosas pueden quitarnos el sueño, mas ninguna de ellas lo logrará. El Señor destruirá todo cuanto amenace
a su pueblo y «quebrará arco y espada
y batalla de la tierra».
La paz será inquebrantable, cuando sean rotos los instrumentos de iniquidad. Con esta paz habrá descanso.
«A su amado dará Dios el sueño».
Los creyentes podrán entregarse al reposo abundantemente proveídos y tranquilos. Este descanso será seguro. Una cosa es acostarse y otra «dormir seguro». Hemos sido introducidos en la tierra de la promesa,
en la casa del Padre, en la cámara del amor
y en el seno de Cristo; ahora sí que podemos «dormir seguros». Para un creyente es mucho más seguro
acostarse en paz, que permanecer levantado e intranquilo. «En lugares de delicados pastos me hará
descansar. Siempre podremos descansar
hasta tanto que el Consolador nos haga «dormir seguros». Hoy, a pesar de todas las turbaciones vividas y
experimentadas se que al ir a la cama podré
dormir seguro porque se que mi vida está
en tus manos. Me sostienes con la diestra de tu justicia y me fortaleces. Señor, que bueno es saber que ninguna
turbación externa podrá eliminar la paz
interna que tu has puesto en mi corazón,
porque a la verdad tu eres mi paz. Hoy,
se que viviré este día con la confianza
que solo se desprende de tu trono y que se sella en la noche del descanso. Amén. Carlos Spurgeon. Libro de Cheques del banco de la Fe.
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