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No puedo apoyarme en tu regazo, mis angustias se derraman en el viento mis brazos no descansan en los tuyos y mis palabras no se graban en tu ser
Siento los azotes de la vida mi cuerpo es flajelado de tristezas no hay la alegría de tenerte a mi lado ni tus labios sellados a mí.
Pero nunca de amarte me he cansado, vivo con la esperanza de verte de volver a sentir tu voz, que la distancia con el tiempo se haga corta y así respirar el mismo aire los dos.
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