Echando un vistazo al menú de un café, una mujer notó que ofrecían, un emparedado de ensalada de pollo y un emparedado de pollo. Decidió ordenar el emparedado de ensalada de pollo, pero distraídamente escribió en la orden emparedado de pollo, ella protestó inmediatamente, insistiendo en que el camarero se había equivocado.
La mayoría de los camareros le habrían mostrado la orden para que viera que ella había cometido el error. Pero él en lugar de lamentar el error, recogió el emparedado, lo llevó a la cocina y un momento después le trajo un emparedado de ensalada de pollo a la mujer.
Mientras se comía el emparedado miró su orden y vio el error que había cometido. Cuando llegó el momento de pagar, se disculpó con el camarero y ofreció pagar por ambos emparedados. El camarero le dijo: No señora. Todo está bien. Estoy contento de que me haya perdonado por no equivocarme.
Tacto es el arte de llamar la atención sin hacerse de enemigos.