Por un hondo camino me aproximo a la historia que en la honda sandía me sangra frescamente. Es como hacer alegre calado en la memoria recordar a mi madre sandía hundidamente.
Y me hundo profuso en la roja sandía, y a mi madre me encuentro, filial en el regazo, sentada en el profundo y maduro mediodía: ¡todos en senos sandiales el verano le abrazo!
Bajo el cielo de paja que eleva el rancho de ella, en aquella sandía la humedad se madura: ahora siento la tierra húmedamente bella, ese calor que ha abierto la sandía en frescura
Allá donde camino la memoria me cala, le pregunto a mi madre cómo se llama ahora, y entonces desconozco toda la fresca sala, y escucho que el ramaje rumorea a deshora.
Yo le hago un calado a mi entero verano, y es caminar por él, y húmedamente tierra encontrarme a mi madre en el rancho lejano madurada en frescura que, sandía, ¡se cierra!
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