No me mates los sueños
con tus encantos ajenos,
déjame morir sin amor,
pero no dejes vivir sin conocerlo.
Deja que muera en paz,
con mis principios y mis finales
con mis caminos y sin mis atajos.
No me derribes las nubes
que de niño, pájaro crecí al volar,
no me dejes sin azules,
que la tierra no me seduce.
Déjame sentir tu pecho,
el calor de tu piel,
el sentido de tu voz
y el olor de tus besos.
No me dejes tu ausencia,
tus antes proyectos,
tus miedos presentes
y tus quejas futuras.
Déjame amarte lejos,
muy lejos
para recordarme del sol,
para brindar por tí,
y por tu amor sin corazón.