Ya está por iniciarse la Semana Santa y el Nazareno de San Pablo está por salir en procesión.
Los fieles se preparan para arreglar al Nazareno de San Pablo con centenares de orquídeas
dondadas por la feligresía. La procesión se iniciará despues de las 7 de la noche y
, una vez que haya salido de Santa Teresa partiá por las avenidas Lecuna y Baralta hasta
la esquina de San Pablo, para retornar de nuevo a la Basílica.
Y como todos los años, cada Miércoles Santo, los fieles se dirigen a la Basílica
de Santa Teresa para venerar al Nazareno de San Pablo, muchos de ellos vestidos de morado.
Son los penitentes pagando sus promesas. Este es uno de los actos de fe más
multitudinarios que se realizan en Venezuela.
Esta tradición comenzó con una terrible epidemia de viruela que ocasionó
un gran número de muertos. Los pobladores de la ciudad rogaban a San Pablo el Ermitaño
que intercediera por ellos y como agradecimiento al Santo por haber escuchado sus oraciones,
el Concejo Municipal ordenó la construcción de una capilla en su honor .
Lamentablemente esta capilla quedó destruida durante el terremoto de 1641 y
hubo que ser reconstruida.
Esta nueva capilla fue reinaugurada en 1666 y estaba realizada de una sola nave
con su campanario.
El altar mayor fue consagrado al Santísimo Sacramento y luego se dedicaron altares
a Nuestra Señora del Carmen,
La Santísima Trinidad, y Jesús Nazareno .
El General Guzmán ordenó construir una basílica,
la cual lleva el nombre de su esposa: Santa Ana y Santa Teresa.
Esta es una imagen de Jesús con la cruz a cuestas.
Se trata de una talla de madera, la cual está realizada en pino,
Se le atribuye ser sevillana, del siglo XVII, probablemente de Felipe Ribas.
Fue consagrada por Fray González de Acuña.
Desde entonces el pueblo le hace promesas al Nazareno de San Pablo a cambio de sus favores,
de sus milagros, su misericordia, su perdón...
y le paga acompañándolo en una procesión que dura de 3 a 4 horas,
los Miércoles Santos, a partir de las 7 de la noche.
Si se encuentra en Caracas un Miércoles Santo, no deje de asistir a este acto.
No lo olvidará: la belleza de la imagen, la fe de los asistentes, los penitentes, la Basílica.
Y, si es católico, recuerde solicitar sus tres gracias espirituales al Señor
cada vez que conozca una nueva iglesia...