La transformación espiritual no significa buscar refugio de los problemas de la vida.
No se trata de encender velas y sólo tener pensamientos felices.
Se trata de encarar el caos de la vida y de tus reacciones frente a éste.
Si estás sentado sobre un cojín en algún sitio sereno con tus ojos cerrados,
puede ser que te sientas refrescado temporalmente,
pero no arrancarás de raíz ninguna de las conductas o patrones en tu vida
que constantemente te traen dolor.
Hoy, abre tus ojos. Ve los obstáculos.
Agradece que existen.
Supéralos uno por uno ¡y deja que la Luz brille!
Yehuda Berg
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