Muchacha de OTOÑO algunos me llaman. Tal vez porque mis ojos color de la almendra se tornan grises al querer mirar. Perdieron el brillo y su lozanía y denotan mi cansancio de tanto llorar. Penas lastimeras, que asestaron al alma. En primaveras pasadas, que mejor no recordar. El invierno arrasó con las nieves del tiempo. Canalizando en su frío mi triste versar. Mis pasos son lentos, como lentas las horas. Acurrucada en el parque ¿Cuando vendrás? Las hojas me besan el rostro, la boca. Mi cuerpo es el lienzo en que se deslizarán. Dibujan tu imagen, color sepia, pasteles... ¡Obra de un artista! Un marco irreal. Mis cabellos se envuelven al ritmo de la brisa formando un nido tibio, donde se asentarán, las aves preciosas de mis pensamientos Y seguro que a mis oídos han de susurrar: "El jinete cabalga, sobre un corcel alado" tal vez sea en verano pero a ti llegará. Abraza la niebla a esta muchacha de otoño. Y le crecen alas pero no sabe volar. Entonces espera, sin desesperarse dos brazos de nubes que la elevarán.
"El jinete cabalga, sobre un corcel alado" tal vez sea en verano pero a ti llegará. Abraza la niebla a esta muchacha de otoño. Y le crecen alas pero no sabe volar. Entonces espera, sin desesperarse dos brazos de nubes que la elevarán.