MIENTRAS CONSERVE LA VIDA
Mientras conserve la vida le daré gracias a Dios cada día de mi existencia por todo lo recibido hasta el momento presente, lo mismo las bendiciones con que ha colmado con creces a este humilde corazón, que los múltiples problemas, los obstáculos, las penas, que han sido tan necesarios para templar mi carácter, valorar mejor mis bienes y comprender la importancia de las cosas de este mundo en su debida proporción.
Mientras conserve la vida seguiré fiel en la lucha sin declararme vencido, mi necesidad es mucha, todavía, de conocer más que lo ya conocido. Sé que a este mundo he venido para luchar y aprender con esfuerzo sostenido, darle a mi vida un sentido y valorar mis experiencias con más lúcida razón.
Mientras conserve la vida elevaré mi pensamiento y limpiaré mi interior del mundano sedimento, hasta convertirlo en templo radiante de mi Creador.
Daré a mi espíritu el tiempo suficiente y la atención para su plena expansión y la de mi entendimiento. Cuidaré la dirección de mi alma en todo momento, sin pretextos ni lamentos, con humildad y tezón.
Mientras conserve la vida no habrá una queja en mis labios ni una lágrima perdida en estéril lamentación. Mis ojos ya son más sabios y no habré de lamentarme por nimiedades que el tiempo me mostró que no valieron, a la postre, mi atención.
Guardaré mis energías para cosas importantes y continuaré adelante, tapizando de alegrías lo mismo mañanas frías que momentos de fruición; aumentando, a cada instante, con fulgores de diamante la Luz en mi corazón.
Mientras conserve la vida cuidaré de mi salud y respetaré mi cuerpo, pues sé que lo necesito en las mejores condiciones, valorando sus funciones con sabiduría y virtud.
Seguiré, fiel, el sendero que me ha sido señalado y tendré mucho cuidado para aprovechar mi tiempo hasta que llegue el momento de rendir cuentas a Dios, con el cuerpo ya cansado, pero la satisfacción y el profundo sentimiento de haber vivido contento y cumplido mi misión.-
AUTOR ANONIMO
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