LA OSTRA Y LA PERLA
Las perlas son producto del dolor... Son el resultado de la entrada de una sustancia extraña e indeseable en el interior de la ostra, como un parásito o un grano de arena... En la parte interna de la ostra se encuentra una sustancia lustrosa llamada NÁCAR... Cuando penetra en la ostra un grano de arena las células de nácar comienzan a trabajar y cubren el grano de arena con capas y capas y más capas de nácar para proteger el cuerpo indefenso de la ostra... Como resultado, se va formando una hermosa perla... Una ostra que no fue herida de algún modo, no puede producir perlas, porque ¡la perla es una herida cicatrizada!...
¿Te has sentido lastimado por las palabras hirientes de alguien? ¿Has sido acusado de haber dicho cosas que nunca dijiste? ¿Tus ideas fueron rechazadas o mal interpretadas? ¿Sufres por un defecto o pecado que te avergüenza? ¿Has sufrido heridas de la gente más querida y más cercana? ¿Padeces una enfermedad grave? ¿Has sido objeto de la indiferencia? Entonces... ¡PRODUCE UNA PERLA!... ¡Cubre tus heridas con varias capas de amor, de paciencia y de aceptación profunda!... Pues son pocas las personas que hacen esto ante una herida... La mayoría sólo insiste en cultivar resentimientos, dejando sus heridas abiertas, alimentándose con sentimientos negativos que impiden que sus lesiones cicatricen...
En la vida real vemos muchas "ostras vacías", ostras sin perlas, no porque no hubieran sido lastimadas, sino porque no supieron comprender, perdonar y transformar su dolor en amor... Sin embargo, vale la pena aceptar y agradecer las heridas que recibimos porque son un medio admirable de crecimiento personal...
Recuerda que las perlas son heridas curadas y que una ostra que no ha sido herida no puede producir perlas.
DE LA RED
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