del vértigo y el llanto y el cariño
y de pronto al amor ya no me ciño
ni es su recuerdo amargo ni es tirano
Vuelvo a mirar su rostro, pero en vano,
porque todo fue dicho y no escudriño:
tiene la cruel sonrisa de algún niño
desgarrando juguetes con la mano.
Mi amor se irá, me muerde esta certeza
y hoy ya me da tristeza tu tristeza
porque ahora sé cómo estarás de triste,
de desierto, de solo, de aturdido,
tú, que un día sabrás que me has perdido.
Y nunca cuando fue que me perdiste
Julia Prilutzky Farny