Sin saberlo y sin valorarlo, hay seres en el mundo que son iguales e irónicamente diferentes, son fuertes pero en ocasiones se dejan llevar por la debilidad, son incansables e imparables, aunque a veces se detienen a observar su medio y a analizar lo que han hecho.
Pueden construir y destruir lo que sea en dos segundos, pero las distingue su instinto diferente: Más cariñoso, más dulce, más atento, maternal. Saben con tan solo una mirada o un gesto si estás bien o mal, si te sientes contento o triste, intuyen cuando estás seguro o cuando hay peligro cerca.
Son totalmente diferentes entre sí, pero también muy parecidas: Las hay románticas y soñadoras, otras trabajadoras y preocupadas por los suyos, también vanidosas y coquetas aunque todas son inteligentes y capaces. Son las mejores amigas y pueden ayudarte en todo momento, aunque también pueden hundirte si son tus peores enemigas.
Nunca sabes cómo reaccionarán: Pueden ser místicas o impredecibles, detallistas o sorprendentes... ¡Somos mujeres! Necesariamente pedimos igualdad, aún cuando seamos diferentes a los hombres y justamente por eso, queremos que desaparezca la discriminación, porque en el fondo el machismo y el feminismo están fuera de lugar.
Queremos cuidados, comprensión, y que los demás aprendan que muchas veces es mejor ver la vida color de rosa y exclamar con firmeza: ¡No a las guerras!, ¡no a la violencia! Queremos que sepan que cuando nos perdemos en poemas y flores no es porque seamos cursis, sino porque a veces es necesario evadir la realidad y habitar un mundo bello, contrario al que vivimos.
Queremos que vean que no nos rendiremos hasta que el mundo entero sea igual para todos, porque debe ser así y porque ¡ojalá! sea así. Queremos que nos valoren, deseamos enseñarles que somos capaces de hacer infinidad de cosas para mejorar, y para que los nuestros tengan una vida mejor. Queremos darles cariño, el mismo que anhelamos, que distingan que el llorar no significa rendición, sino aceptar que se debe continuar pero ahora con más ahínco.
No queremos que nos humillen con trabajos o estereotipos ridículos, porque en la vida siempre tendremos una mujer a nuestro lado. No las maltrates, nunca las ignores, siempre quiérelas por ser como son, sobre todo respétalas porque una de ellas te dio la vida y te quiere por sobre todas las cosas. Ni siquiera es necesario que las entiendas en cada momento, cada decisión o reacción, solo ámalas por el simple hecho de ser una persona como tú y sobre todo por ser mujer.