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Esa noche era invierno. Pobres éramos que humildes jamás nacimos. Los muros eran de piedra, con los tejados, al uso, caídos.
Era el morbo de dos perros en celo.
…y dame ahora, tus besos de labios por boca en mi boca, cuando invertidos tu mano seca, toque desnuda mi piel. Y apreciar el lunar de tu duna, cuando el ámbar gris persiga la luna perdidos como mañana y ayer.
pablo ruben
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