No me importará recorrer
mil caminos errando
para poder llegar al fin
al infierno de tus brazos
Permíteme oh gran señor
sentir ese poder que emana
de lo profundo de tus entrañas
y la oscura magia que encierra
esa misteriosa mirada
Llamas que enciendes en mí
como en el más oscuro averno
necesito tu deleitoso veneno
para morir en tu tormento
Dulce sacrificio al que me somete
el suplicio de tus labios
en el patíbulo de tus noches
para consumirme en tu calvario