Nocturno canto de amor que ondulas en mis pesares, como en los negros pinares las notas del ruiseñor.
Blanco jazmín entre tules y carnes blancas perdido, por mi pasión circuído de pensamientos azules.
Coloración singular que mi tristeza iluminas, como al desierto y las ruinas la claridad estelar.
Nube que cruzas callada la extensión indefinida, dulcemente perseguida por la luz de mi mirada.
Ideal deslumbrador en el espíritu mío, como el collar del rocío con que despierta la flor.
Sumisa paloma fiel dormida sobre mi pecho, como si fuera en un lecho de mirtos y de laurel.
Música, nube, ideal, ave, estrella, blanca flor, preludio, esbozo, fulgor de otro mundo espiritual.
Aquí vengo, aquí me ves, aquí me postro, aquí estoy, como tu esclavo que soy, abandonado a tus pies.
D/A