A mis queridos viejos
Quiero agradecerles lo que ahora soy....
Gracias por darme la vida..... por su amor, por las caricias, por el dolor, por las sonrisas por el sufrimiento, por los regaños y por el aliento......
Gracias por enseñarme a crecer, a través del sufrimiento, curándome las heridas y consolándome en mis lamentos....
Gracias por el ejemplo de la honradez, del entusiasmo y la calidez, por
los regaños y desacuerdos, por las verdades y descontentos.......
Gracias por enseñarme a dar de intensa forma y nada esperar, por los
consejos y las caídas por enseñarme como es la vida....
Gracias por estar a mi lado en el momento justo y el más anhelado, cuando necesito sentir sus besos y sus abrazos y escuchar un te quiero y escuchar un te amo.....
¡Solo Dios sabe como los he extrañado!...
Gracias con todo mi corazón, gracias por ser como son, que Dios no pudo escoger de una manera mejor, a mis padres, la pareja que ustedes son.
Colaboración de Magali Sauceda
México