Una atractiva rubia de Irlanda, llegó al Casino.
Parecía estar algo borracha y apostó 20.000 Euros en una sola jugada a los dados.
En eso dijo: “Espero no se molesten, pero siento que tengo más suerte si estoycompletamente desnuda“
Así, se sacó toda la ropa, tiró los dados y gritaba “vamos! vamos! que mami necesita ropa nueva!”
Cuando el dado se detuvo, empezó a dar saltos y gritó “si! si! gané!”
Abrazó a los empleados, a cada uno de los jugadores, levantó sus ganancias, su ropa y partió rápidamente.
Todos se miraron boquiabiertos.
Finalmente uno de los empleados preguntó: “¿qué número salió?”
El otro contestó : “No sé, pensé que tú estabas mirando!”
LA MORALEJA DE LA HISTORIA…
No todos los irlandeses son borrachos.
No todas las rubias son tontas.
Pero todos los hombres: son igualitos!!