Como padres podemos amar mucho a nuestros hijos pero estar diciéndole palabras que los frenan.
Esto no debe ser así.
Palabras negativas tales como: “Siempre el mismo torpe”, “no haces nada bien”, “¡Qué tonto eres!” y otras similares, frenan el potencial de nuestros hijos; sino recuerde, seguramente en algún momento le sucedió a usted mismo como niño, sus padres o algún maestro le dijeron algo que lo hirió, que lo avergonzó y usted retrocedió.
Gloria a Dios que ahora está en Sus caminos y se ha limpiado de todo concepto equivocado.
Hoy Dios le dice que usted; es "su tesoro escogido", que lo ha llamado desde el vientre de su madre con un propósito y que usted lo logrará unido a Él.
Ahora, lo mismo que está recibiendo de su padre celestial, déselo a sus hijos naturales y espirituales.
No los maldiga hablando cosas negativas sobre ellos.
Dios lo hará responsable de lo que usted habla.
Mateo 12:
36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado
Sus hijos deben sentir en usted el amor de Dios y su aprobación.
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