""Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la iglesia." Efesios 1:22 "
El concepto de someter tiene una idea negativa en sí mismo. Nos deja ese sabor amargo de la imposición. De aquel que por la fuerza toma lo que no le pertenece y se apropia de lo que no es suyo. Es la idea que tienen los soldados en las guerras. Hay que someter al enemigo y vencerlo, para poder tomar el botín.
Es una palabra muy de moda hoy, y aunque no la usamos de la manera violenta de los viejos piratas de los mares del siglo XVI, hoy sigue siendo muy actual. El jefe somete al empleado con la amenaza de despedirlo y le aumenta la carga de trabajo sin aumentarle el sueldo. Los compañeros del barrio someten a los menos violentos y les hacen hacer todo tipo de tareas para ser aceptados. Hay novios que someten a sus novias o esposas que someten a sus maridos. Y en el nombre del supuesto amor, se cometen actos sin amor.
Pero no es esta la idea que tenia Pablo cuando le escribe este pasaje a los efesios. Dios jamás robaría algo ajeno, ni se apropiaría de algo que no es propio. Esto es obvio, porque Dios no puede cometer pecado, y por si fuera redundante, todo es de El.
Desde que el hombre existe, tiene esta conciencia de soberanía divina. Sin importar cual sea la religión del hombre, siempre consideró a Dios como el dueño, y en consecuencia, quien tiene el poder sobre todas las cosas.
Es maravilloso pensar, que Dios tiene este gesto para con Cristo. Había ciertas dudas en los cristianos de aquella primer época sobre la divinidad de Cristo. Habían surgido varias corrientes de pensamiento errados que sostenían que Cristo era solo un gran hombre, pero que no era Dios. Había sido elegido por Dios para llevar a cabo su Obra, pero no tenia la dignidad de Dios. Tenía un papel secundario.
Por eso Pablo se encarga de destacar la completa divinidad de Cristo. Jesucristo es Dios mismo, y tiene toda la gloria, honor y poder desde antes que comenzara la eternidad. No es un papel secundario de Dios, Cristo es Dios mismo, en toda la esencia de su persona. Tan glorioso y magnifico es Jesucristo, que Dios le cedió el domino de todas las cosas. Como para que nadie dude de su grandeza y poder.
El mismo Cristo que padeció en la cruz, sufriendo y muriendo por tus pecados y los míos, es el mismo que tiene poder absoluto sobre todo, que tiene bajo su mano sometidas todas las cosas. El Dueño y Amo de la tierra.
¡Gloria a Cristo, porque es Dios todopoderoso y eterno!
Cristo tiene el poder, y es la máxima autoridad del universo.
Dios les bendiga
Luzerito