EL REY
“¿Dónde está el Rey de los Judíos que ha nacido, porque Su estrella hemos visto en el Oriente y venimos a adorarle?” Mateo 2:2 "
Que Dios no hace las cosas como nosotros, no es novedad para nadie. Su manera de obrar es la manera de obrar de Dios. Para Dios lo importante, no son las apariencias, sino el ser. El niño que nace, no es importante, por lo que son sus padres, ni por el entorno en que nace. Cuando Jesús nació en un lugar tan humilde, ese hecho no menoscabó en nada lo que era el niño.
El era el Rey, no importa que naciera en un pesebre. El era Jesús, que quiere decir “Dios Salvador”. Gracias a Dios. El no nos mide, usando el método de los hombres. El era el Rey, pero su investidura no era política humana, ni transitoria. Luego El diría “Mi reino no es de este mundo”. Este Rey, es Rey de un Reino Eterno, el Reino de Dios que comienza en nosotros, cuando recibimos a Jesucristo, en nuestra vida. Cuando el Rey nace, el cielo se conmueve, los ángeles cantan: “Gloria a Dios en las alturas”, la Estrella guía a los magos, el cosmos, la creación, siente la necesidad de exaltar al Hijo de Dios que ha nacido.
Las autoridades terrenas se preocupan: “Herodes se turbó y toda Jerusalén con él”. Pero nada de esto altera el plan de Dios. Las señales del cielo solo confirman la verdad, de la naturaleza Divina del niño que ha nacido. El mensaje de los ángeles es bien claro, continúa diciendo...“y en la tierra paz, y buena voluntad para con los hombres”. El niño que ha nacido es Rey y es la encarnación de la Buena Voluntad de Dios para con los hombres, de la promesa de paz para el que la recibe.
Nadie puede tener paz verdadera, si Jesucristo no vive en su vida. Los regalos de los Magos, hablan de reconocimiento: Oro, el regalo para el Rey, Incienso, el perfume de la adoración. Mirra, es el anticipo del Calvario. Cuando llegamos a la cruz del Calvario, vemos al Rey de los sufrimientos, le colocan la corona de espinas, en pleno conocimiento del Rey que vino a morir en nuestro lugar, tenemos que hacer como los magos, ¡vamos a adorarle!, ¡que nunca deje pasar un día sin adorarle!
¡Señor, ayúdame para que cada día, pueda adorarte de verdad en tu Presencia!
GRACIAS A LA HNA. SILVIA POR EL FONDO
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