Sabes... hermano/a amados Dios te ha colocado en ese lugar ahí justamente donde estas, para que le des agua y calmes la sed de todas aquellas personas que se encuentran ansiosas por llenar el vació que llevan dentro de si…

Tu sabes perfectamente de quienes se trata...Tu las conoces un vecino, un compañero de trabajo, de facultad, o simplemente un pariente...Ellas mismas te han planteado sus necesidades...

Son personas cansadas de oír palabras huecas que no operan transformaciones reales en sus vidas...Personas llenas de sabiduría del mundo... y  acerca de Dios. nada, pero que no han experimentado en su interior un encuentro personal y transformador... con Jesucristo
Personas que no saben ¿ porque están viviendo? como antiguamente nosotros, ya que ignoran el propósito por el cual habitan esta tierra...Personas saciadas de tanta vanidad tienen todo para disfrutar, pero estan vacios por dentro nada les satisface y que ya están perdiendo la razón de vivir... porque todo lo ven negro, oscuro.. fétido hasta el aire que respiran,

Tu; has visto como Dios te las ha puesto justamente frente a ti, para que vacies en ellas el agua de vida que necesitan; no en vano has llegado a recibir tanto de parte de Dios, que ya es tiempo que seas un manantial de riego en el árido campo en el que te encuentras...

Que haces tu con la palabra que recibes? Simplemente la atesoras en tu mente?
No crees que ya has recibido lo suficiente? Que acaso no piensas darles compartir tu pan de vida? con otros lo que recibes de parte de Dios?

Hace mucho tiempo comprendí que es compartir, lo que Dios nos da en su misericordia...

Si Dios nos enseña con sus palabras, entonces enseñemos a los demás, las palabras que el mismo nos ha enseñado...

Si Dios nos levanta y edifica, con sus palabras, entonces edifiquemos  a los demás...
Si Dios nos da consuelo con sus palabras, entonces demos consuelo a los demás...
Si Dios nos anima con sus palabras, entonces animemos a los demás....


Si Dios nos exhorta con sus palabras, entonces, exhortemos a los demás...
Si Dios nos advierte con sus palabras, entonces adviérteles a los demás...

De eso se trata mi hermano y hermana...Es compartir de lo que Dios nos da en nuestro tiempo a solas con el, pues de nosotros mismos nada bueno puede salir...
Si somos lo que somos, es porque Dios en su inmensa misericordia nos ha usado como simples canales de agua viva, para los demás, sino; mira el caso de la mujer samaritana cuando testifico de las palabras que el mismo Cristo le había dicho.