Fuiste predestinado conforme a mi propósito… Efesios 1.11-12
Salmos 5
La protección de Dios
Himno de David.
1-3 Mi rey y mi Dios, escucha con atención mis
palabras; toma en cuenta mis súplicas, escucha mi llanto, pues a ti dirijo mi oración. Tan pronto como amanece te presento mis ruegos, y quedo esperando tu respuesta.
4 A ti, Dios mío, no te agrada la maldad. Por eso los malvados no pueden vivir contigo;
5 no soportas a los orgullosos ni amas a los malhechores. 6 ¡Tú destruyes a los mentirosos, y rechazas a los tramposos y asesinos!
7 Pero a mí me quieres tanto que me dejas entrar en tu templo, y allí me dejas hacer mis oraciones.
8 Dios mío, ¡enséñame a hacer el bien! ¡Llévame por el buen camino, pues no quiero que mis enemigos triunfen sobre mí!
9 Ellos son unos mentirosos y sólo piensan endestruirme. Nunca dicen la verdad, y sólo hablan de muerte.
10 ¡No los perdones, Dios mío! ¡Haz que fracasen sus planes malvados! Ya es mucho lo que han pecado; ¡recházalos por luchar contra ti!
11 Pero que vivan alegres todos los que en ti confían; ¡que siempre canten de alegría bajo tu protección! ¡Que sean felices todos los que te aman!
12 Tú, Dios mío, bendices al que es bueno, y con tu amor lo proteges.
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