JESUCRISTO
Y El no es solo la prueba y la sustancia de su Evangelio, sino que es el poder y la fuerza a traves de los cuales se propaga.
Cuando un corazon es verdaderamente quebrantado por el pecado, El es quien lo venda.
Es Cristo, el poder de Dios, quien convierte al hombre.
Si entramos en la paz y en la salvaciòn, es gracias a la misericordiosa manifestaciòn del propio Jesus.
Si los hombres han amado entusiastamente el cristianismo, es porque antes que nada amaron a Cristo.
Por El los apòstoles trabajaron arduamente y por El fueron valientes los confesores; por El los santos han sufrido la pèrdida de todas las cosas y por El han muerto los martires.
Jesucristo mismo, es el poder que crea una heroica consagracion.
Los recuerdos suscitados por Su nombre tienen una mayor influencia en los corazones de los hombres que todas las demas cosas en la tierra o en el cielo. Spurgeon