..., Jesús tiene el poder sobre Su pueblo porque Él da testimonio no a símbolos, sino a la propia sustancia de la verdad. Los escribas y los fariseos eran muy versados acerca de los sacrificios, las ofrendas, las oblaciones, los diezmos, los ayunos, y cosas semejantes; pero, ¿qué influencia podría tener todo eso sobre los corazones adoloridos? Jesús tiene un poder imperial sobre los espíritus contritos, porque les habla de Su único y verdadero sacrificio y de la perfección que ha obtenido para todos los creyentes. Los sacerdotes perdieron su poder sobre la gente porque no fueron más allá de la sombra, y tarde o temprano, todos aquellos que descansan en el símbolo harán lo mismo. El Señor Jesús retiene Su poder sobre Sus santos porque Él revela la sustancia, pues la gracia y la verdad son por Jesucristo. Cuánta pérdida de tiempo implica debatir sobre la forma de una copa, o la manera de celebrar la comunión, o el color apropiado para la vestiduras del clérigo en la época de Adviento, o la fecha precisa de la Pascua. ¡Vanidad de vanidades, todo es vanidad! Todas esas trivialidades nunca ayudarán a establecer un reino eterno en los corazones de los hombres. Cuidémonos de no poner nosotros también mucho peso en las cosas externas, y perder de vista lo esencial, la vida espiritual de nuestra santa fe. ¡El reino de Cristo no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo! Spurgeon