Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Mateo 15.19
...nadie necesita jamas ningun entrenamiento para cometer pecado. Aunque pueden existir escuelas de virtud, ciertamente no se necesita abrir una escuela para el vicio. Tu hijo tendrà malos pensamientos sin que lo envies a una diabolica escuela de parvulos; mozalbetes que nunca han visto el acto del robo, niños que han sido educados rodeados de honestidad, seran encontrados culpables de pequeños robos desde muy temprana edad. La mentira y el falso testimonio (que es una forma de mentira) son tan comunes que, tal vez, encontrar una lengua que nunca haya dado falso testimonio seria encontrar una lengua que no haya hablado nunca; ¿es esto producto de la educaciòn o de la naturaleza? Es algo tan comun, que incluso en circunstancias en que el oido no ha oido nada excepto la mas estricta verdad, los niños aprenden a mentir y los hombres a mentir y comunmente mienten y les encanta contar una historia dañina contra sus semejantes, ya sea verdad o no, dando falso testimonio con una avidez que es perfectamente impactante. ¿Es èsto un asunto de educaciòn o se trata de un corazon depravado? Algunas personas inventaràn intencionalmente una mentira calumniosa, sabiendo que no tienen que preocuparse de sus resultados, pues pueden colocarla en la calle y el primer transeunte que pase la tomarà y la alimentarà, y la mentira serà llevada triunfalmente alrededor del mundo; mientras que un trozo de verdad que habria honrado el caracter de algun buen hombre, sera dejado en el olvido hasta que Dios lo recuerde en el dìa del juicio.
No necesitas nunca educar a nadie en el pecado. tan pronto como el cocodrilo recien nacido abandona su concha, comienza a actuar igual que sus padres t a morder el palo que rompio su cascara. La serpiente recien nacida se yergue y comienza a silbar. El joven tigre puede ser criado en la estancia de tu casa, pero muy pronto desarrollara la misma sed de sangre comosi estuviera en la jungla. Así pasa con el hombre; peca tan naturalmente como el leoncillo busca la sangre o la joven serpiente acumula el veneno. El pecado esta tan inmiscuido en su propia naturaleza que contamina lo más intimo de su alma.
...En tiempos modernos ha habido una amplia prueba de que ni la ignorancia ni la instruccion son un freno eficaz para el pecado. El necio aprende el pecado sin un libro de texto, y el estudioso lo aprende sin importar toda su erudiciòn. Una de las naciones màs educadas de los tiempos modernos es la India, y ¿cùal es el caracter moral de la India? Quienes han estado entre los hindues no se atreven nunca a contar todo lo que han visto.
...Un hombre con religiòn no es nada mejor que un hombre sin ella, a menos que la religion cambie su corazòn y haga de èl un hombre nuevo. El corazon bajo el abrigo de un cristiano es tan vil como el corazon bajo la piel de una oveja que cubre a un bosquimano a menos que la gracia lo hubiere renovado.
Si tomaras a un niño y lo instruyeras en todas las observaciones externas de nuestra propia santa fe, si vieras que en todo fuera educado segùn la más estricta denominaciòn que seleccione tu juicio, a menos que el Espiritu Santo venga y le de un nuevo corazon y un espiritu recto, su corazon encontrarà modos de mostrar su pecado, sin importar a què freno lo sometas.
Es mas, ha sido notorio que algunas personas que fueron educadas con la rigidez puritana, han sido las mas malvadas en una etapa posterior de su vida,y quienes no lo han sido, se han convertido en lo que es casi tan detestable: en hipocritas pretendientes de practicar una religiòn de cuyo poder real son desconocedores. "Os es necesario nacer de nuevo", es una verdad que es tan cierta en la choza de un hotentote como lo es en medio de esta congregaciòn, y tan cierto en el hogar de la piedad como lo es en el antro del vicio. En todas partes, aunque laves a la vieja naturaleza, y la limpies, y la vendes, y la reprimas, y le pongas freno, sigue siendo todavia la vieja naturaleza caida, incapaz de entender las cosas espirituales. Podrías tomar al hombre y tratarlo como trataban antaño a los endemoniados; lo podrìas atar con cadenas; podrias intentar domarlo, pero cuando se levanta de nuevo el viejo espiritu, rompe las cadenas de la moralidad y sale corriendo a una forma de pecado o a otra, ya sea hacia el exceso externo de sus pasiones carnales, o de lo contrario, al igualmente vicioso exceso de la hipocresìa, el formalismo y la presunción. Spurgeon