Jesucristo mismo. Efesios 2.20
Jesucristo mismo va a ocupar todos nuestros pensamientos .
¡Que oceano se abre ante mi! ¡Aqui hay superficie de maniobra para el barco màs grande! ¿En què direcciòn he de orientar los pensamientos de ustedes? Tengo tal sobreabundancia de riquezas que no se por donde comenzar, y una vez que comience, ¿dònde voy a terminar? Definitivamente no tenemos que ir a ningùn lado esta mañana para buscar goces, pues tenemos un festìn en casa. Las palabras son exiguas, pero el significado es vasto: "Jesucristo mismo".
Amados, la religion de nuestro Señor Jesucristo no contiene nada tan maravilloso como El mismo. Si bien es un cùmulo de prodigios, El es El milagro de ella; el portento de portentos es "El Admirable" mismo. Si se nos pidiese alguna prueba de la verdad proclamada por El, señalariamos a Jesucristo mismo. Su caracter es excepcional. Desafiamos a los incredulos a que imaginen a otro como El. Es Dios y con todo, es hombre, y los retamos a componer una narracion en la que esos dos elementos aparentemente incongruentes sean incorporados armoniosamente; una narracion en la que lo humano y lo divino sean portentosamente visibles sin que lo uno opaque a lo otro. Los incredulos cuestionan la autenticidad de los cuatro evangelios. ¿Querrian intentar escribir un quinto evangelio? ¿Querrian siquiera intentar agregar unos cuantos incidentes a su vida que fueran dignos de la sagrada biografia y que fueran congruentes con los hechos que ya han sido descritos? Si todo fuera una falsificacion, ¿serian tan amables de mostrarnos como realizarla? ¿Querrian encontrar a un novelista que escribiera otra biografia de un hombre del siglo que escogieran, de cualquier nacionalidad, de cualquier grado de experiencia, de cualquier rango o posicion, para ver si puede describir en esa vida imaginaria una devociòn, una abnegacion, una veracidad y una integridad de caracter que fueran comparables a los de Jesucristo mismo?
¿Podrian inventar otro caracter perfecto aun si se dejara fuera el elemento divino? Necesariamente fracasarian, pues no hay nadie semejante a Jesus mismo.
El caracter de Jesus se ha labrado el respeto incluso de quienes han aborrecido su enseñanza. Ha sido una piedra de tropiezo para todos los impugnadores que conserven alguna sombre de franqueza. Ellos dicen que podrìan refutar la doctrina de Jesus. Se jactan de que podrian mejorar sus preceptos. Aseveran que su sistema es estrecho y anticuado. Pero, en cuanto a El mismo, ¿que pueden hacer con El? Tienen que admirarlo aun si no lo adoraran, y al hacerlo, admiran a un personaje que o bien es divino o bien permitio intencionalmente que Sus discipulos creyeran en una mentira. ¿Còmo habràn de superar esta dificultad? No pueden hacerlo recurriendo al vituperio contra El, pues no tienen material con que lanzar una acusacion. Jesucristo mismo silencia sus frivolas objeciones. Esta es una lima que llega ser mordida por esos aspides, pero cuando lo hacen se rompen sus dientes. Mas alla de todo argumento o milagro, Jesucristo mismo es la prueba de su propio Evangelio.
Y como El es su prueba, entonces,amados, El es su medula y su esencia. Cuando el apostol Pablo quiso decir que se predicaba el Evangelio, comentò: "Cristo es anunciado", pues el Evangelio es Cristo mismo. Si quieren saber que enseño Jesùs, conozcanlo a El mismo. El es la encarnaciòn de esa verdad que por El y en El es revelada a los hijos de los hombres. ¿Acaso no dijo El mismo: Yo soy el camino, y la verdad y la vida"? No tienen que investigar incontables tomos, ni tienen que estudiar escrupulosamente algunas misteriosas frases de doble significado para saber que cosa ha revelado nuestro grandioso Maestro; sòlo tienen que voltearse y contemplar Su rostro, observar Sus acciones y ver Su espiritu, y asì pueden conocer Su enseñanza. El vivio lo que enseño. Si deseamos conocerlo, podemos oir su suave voz que dice:"Ven y ve". Estudien sus heridas y entenderan su mas recondita filosofia. "Conocerle y el poder de su resurrecciòn" es el grado mas excelso del aprendizaje espiritual. El es el fin de la ley y es el alma del Evangelio, y cuando hemos predicado de lleno Su palabra, podemos concluir diciendo: "Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sento a la diestra del trono de la Majestad en los cielos".
Y El no es solo la prueba y la sustancia de Su Evangelio, sino que es el poder y la fuerza a traves de los cuales se propaga. Cuando un corazon es verdaderamente quebrantado por el pecado, El es quien lo venda. Es Cristo,el poder de Dios, quien convierte al hombre. Si entramos en la paz y en la salvacion, es gracias a la misericordiosa manifestacion del propio Jesus. Si los hombres han amado entusiastamente el cristianismo, es porque antes que nada amaron a Cristo. Por El los apostoles trabajaron arduamente y por El fueron valientes los confesores; por El los santos han sufrido la perdida de todas las cosas y por El han muerto los martires. "Jesucristo mismo" es El poder que crea una heroica consagracion. Los recuerdos suscitados por Su nombre tienen una mayor influencia en los corazones de los hombres que todas las demas cosas en la tierra o en el cielo. El entusiasmo que es la vida misma de nuestra santa causa proviene de El mismo. Los que no conocen
a Jesus no conocen la vida de verdad, pero los que moran en El estàn llenos de un poder que desborda de tal manera que de su interior bortan rios de agua viva.
Y no es solo eso, amados, pues el poder que propaga el Evangelio es Jesus mismo. En el cielo intercede y gracias a eso viene Su reino. "La voluntad de Jehova será en su mano prosperada". Desde el cielo gobierna todas las cosas y promueve el avance de la verdad. Todo poder le es dado en el cielo y en la tierra, y , por tanto, tenemos que proclamar Su palabra que da vida teniendo la plena seguridad del exito. El hace que la rueda de la providencia gire de tal manera que ayude a Su causa. El restringe el poder de los tiranos, sujeta el flagelo de la guerra, establece la libertad en las naciones, abre los misterios de continentes por largo tiempo ignotos, quebranta los sistemas del error y guia la corriente del pensamiento humano. El hace uso de miles de instrumentos para preparar el camino del Señor. En breve vendrà del cielo y cuando venga, cuando Cristo mismo ejerza toda Su fuerza, entonces el yermo se gozarà y la soledad se alegrarà. La fuerza de reserva del Evangelio es Cristo Jesus mismo. El poder latente que al final romperá todas las coyundas, y logrará un dominio universal, es la energía, la vida y la omnipotencia de Jesus mismo. El duerme en la barca ahora, pero habrá una profunda calma una vez que se levante y reprenda a la tempestad. El se oculta por ahora en los palacios de marfil de la gloria, pero cuando sea manifestado en aquel dìa, las ruedas de Su carro traeràn la victoria para Su iglesia militante.
Si estas cosas son así, tengo ante mí un tema inasequible. Me abstengo de la imposible tarea de captarlo, y solo voy a notar brevemente unos cuantos asuntos evidentes que estan en la superficie del tema.
Hermanos, "Jesucristo mismo" debe ser el pensamiento prominente de nuestras mentes como cristianos. nuestra teologìa debe estar enmarcada por el hecho de que El es el Centro y la Cabeza de todo. Debemos recordar que "en el estan escondidos todos los tesoros de la sabiduria y del conocimiento". Algunos de nuestros hermanos estan primordialmente ocupados con las doctrinas del Evangelio y son un poco amargos en su estrecha ortodoxia. Nosotros hemos de amar cada palabra de nuestro Señor Jesus y de Sus apostoles, y hemos de contender ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos, pero, con todo, es bueno sostener siempre la verdad en conexion con Jesus y no como si fuera en si misma la suma de todas las cosas. La verdad, aislada de la persona de Jesus, se vuelve dura y fria. ...Spurgeon
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