John Bunyan 1628-1688: Un calderero fiel de Bedford
¿Quién era Juan Bunyan, y qué podemos aprender de su vida?
Por William P. Farley
En los 1660, Carlos II, Rey de Inglaterra, preguntó a Juan Owen (1616-1683) por qué iba a escuchar las predicaciones de un calderero inculto. El Rey era sorprendido que Owen, un predicador prominente, se rebajaría a relacionarse con un calderero. Después de todo, había un contraste grande entre los dos.
En ese entonces, la mayoría de los ministros en Inglaterra se graduaron de Cambridge o Oxford. Owen había entrado en el Colegio de Queen, Oxford a la edad de 12 años, recibió su bachillerato en 1632 y su maestría en 1635. Por el otro lado, el calderero no poseía una educación formal más allá del segundo año de la primaria. Owen había escrito voluminosamente; el calderero hizo la mayoría de sus escritos en la cárcel.
El calderero vivía en una casita de campo en una aldea poca conocida que se llamaba Bedford, pero Owen servía como capellán a Cromwell, caminaba en palacios de reyes, fue respetado por mucha de la nobleza, y había predicado al Parlamento y en las más grandes catedrales de Inglaterra. El calderero predicaba a una iglesia que se reunía en un establo viejo y en los mejores días tenía 300 personas.
Mirando el Rey en los ojos, Owen respondió, "Que agrade a su Majestad, si yo pudiera poseer la habilidad del calderero de predicar, estaría dispuesto a renunciar todos mis estudios."
El calderero era Juan Bunyan (1628-1688), el pastor Puritano y autor de Pilgrim's Progress [Progreso del peregrino].
Bunyan ya era un hombre viejo cuando Owen lo escuchó predicar por primera vez. "Las experiencias del alma por las cuales [Bunyan] había pasada," notó un biógrafo, "lo había capacitado más para lo que Dios le había llamado hacer de forma definitiva que cualquier entrenamiento académico podía haber hecho."
"Predique lo que sentí asombrosamente," Bunyan notó después.
La fuente de la influencia que Bunyan tenía sobre Owen y otros, era su pasión en el púlpito que fluía de sus experiencias personales del poder de la Biblia y su frecuente persecución. Él era saturado con la Biblia. Como Charles Spurgeon después notó, "Pínchelo en cualquier lugar; su sangre es tipo bíblico, la esencia verdadera de la Biblia fluye de él."
Owen no se hubiera sorprendido al saber que el libro más influyente de Bunyan, Progreso del Perengrino, sería traducido en más idiomas durante los próximos 400 años que cualquier otro libro, con la excepción de la Biblia. ¿Cómo llegaron los escritos de un calderero inculto a ser la literatura inglesa del siglo 17 más leída? ¿Quién era Juan Bunyan y qué podemos aprender de su vida?
Los Primeros Años
Sabemos muy poco de la juventud de Juan Bunyan. Nació en 1628 en Elstow, una aldea pequeña 50 millas al noreste de Londres. La fecha exacta de su nacimiento es desconocida. A los 16 años se inscribió en el ejercito de Oliver Cromwell y luchó con los Puritanos en contra del Rey Carlos I. Fue licenciado del ejercito cuando tuvo poco más de veinte años y se casó. Su primera esposa (su nombre desconocido) le dio cuatro hijos. La más grande, una niña, nació ciega.
Se convirtió a los veintitantos después de una larga agonía—de—alma similar a la de Cristiano en Progreso del Peregrino. A los 25 años empezó a predicar y a los 30 años era un predicador de pueblo tiempo medio. Trabajó con la forja y yunque de día y predicó el evangelio de noche.
Persecucion
Frecuentemente damos por hecho la tolerancia religiosa. Pero la tolerancia de varias denominaciones en un solo estado era una idea desconocida en los 1650. La intolerancia había sido la norma por 1,000 años. La mayoría de los ingleses cristianos eran anglicanos pedobautistas. Pero con la nueva política de tolerancia de Cromwell, los bautistas empezaron a florecer y muchos Ingleses estaban nerviosos. Bunyan pertenecía a una iglesia Bautista pequeña de aproximadamente 60 personas. Fueron llamados independientes porque la Iglesia Anglicana —la única iglesia autorizada por el gobierno ingles— no los controlaba.
Cromwell murió, y en 1660 Carlos II llegó al poder. Fue determinado en erradicar la tolerancia religiosa radical de Cromwell y acabar con todas las denominaciones con la excepción de la iglesia sancionada por el Estado. El parlamento cooperó, pasando una serie de leyes diseñados para perseguir hasta el final a los independientes. Bunyan sufrió de verdad.
En este escenario Bunyan recibió el llamado de Cristo a predicar. Sabía que sería costoso. Para complicar las cosas, su esposa murió, dejándole con cuatro hijos. Bunyan, sabiendo que le iban a meter en la cárcel pronto, pidió a una mujer en su iglesia que se llamaba Elizabeth que se casara con él para cuidar de sus hijos mientras estaba en la cárcel. Fervorosa por Dios y Su pueblo, decidió casarse con Juan y así servir la iglesia. Años después Elizabeth y Juan se enamoraron profundamente.
Cuando Bunyan rehusó obedecer las nuevas leyes del Parlamento prohibiendo que predicara como independiente, el gobierno ingles lo encarceló. Se pudría en la cárcel sin un juicio apropiado por 12 años durante los mejores años de su vida: 32 a 44 años.
Durante estos años los perseguidores del gobierno devastaron lo que quedaba del rebaño de Bunyan, multando en cantidades enormes a personas ya pobres por el criterio del siglo 17. Frecuentemente los oficiales del gobierno llagarían a sus casas con un carrito y llevarían todo lo que tenían —muebles, ropa, y utensilios de cocina— dejando a los pobres santos destituidos.
La experiencia de una viuda pobre que se llamaba Mary Tilney caracterizaba el tratamiento del rebaño de Bunyan: "Llevaron todos los bienes de su casa que parecía de valor, como mesas, armarios, sillas, planchas, camas de pluma, cobijas, los cuadros del cuarto, las sabanas de su cama, puesto que la viuda fue forzada a pedir prestado de sus vecinos sabanas para acostarse esa noche... Pero aun así pobre Señora Tilney se preocupó más por los llantos y lamentos que sus pobres vecinos hacían acerca de su situación..., que por la pérdida de sus bienes, la cual recibió alegremente."
Así era el espíritu y actitud de estos santos pobres y oprimidos.
Vida Carcelera
Entretanto, Bunyan se pudría en la cárcel. Las cárceles del siglo 17 no eran placenteras. A diferencia de hoy, no tenía una televisión de color ni sala de pesas. La comida era escasa. Dormía en una cama de paja infestada de pulgas en un cuarto pequeño abarrotado de prisioneros. No tenía calentador en el invierno. Vivía con piojos, pulgas, con medidas sanitarias malas, y poca privacidad. Muchos otros prisioneros murieron de enfermedades.
A pesar de esta miseria, el destino de su esposa, Elizabeth, y sus cuatro hijos era su preocupación principal. No había asistencia social para proveer sus necesidades, entonces entregó su familia a la misericordia de su congregación pequeña, que ya era empobrecida por la persecución. Sus hijos crecieron pobres y sin padre.
"La separación de mi esposa y pobres hijos frecuentemente ha sido para mí en este lugar como el jalón de mi carne de los huesos," luego escribió. "Y eso... porque con frecuencia pensaba en las muchas privaciones, miserias y necesidades que mi pobre familia encontraría si me llevara de ellos, especialmente mi pobre hija ciega, quien es más cerca a mi corazón que todo lo que tengo; ay los pensamientos de las miserias que pensaba que mi ciega sufriría, rompería mi pobre corazón en pedazos... Pero recordándome a mí mismo, pensé, tengo que encomendarles a Dios, aunque me duele mucho dejarlos. Ay, vi en esta condición que yo era un hombre que estaba tumbando la casa sobre la cabeza de mi esposa e hijos. Pero aun así, pensé, lo tengo que hacer, lo tengo que hacer."
Finalmente fue librado de la cárcel, y por los próximos 3 años regresó a la predicación. Profundizado por el sufrimiento, Bunyan predicaba con una nueva medida de poder y autoridad.
Fue encarcelado por última vez por 6 meses. Durante su encarcelación, recibió un sueño que inspiro Progreso del Peregrino. Terminó el manuscrito en la cárcel.
De los cuarenta años hasta su muerte a la edad de 60 años, era pastor de una congregación pequeña pero creciente en Bedford. Estaba muy solicitado en los púlpitos de aldeas vecinas. Su reputación lo precedía, y cada vez más las grandes congregaciones de Londres le llamaban para predicar. Fue durante este tiempo que Juan Owen escuchó a Bunyan y empezó a asistir sus sermones cuando estaba en Londres.
Lecciones de Bunyan
Primero, "Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes" (Santiago 4:6). Dios elevó a Bunyan tanto porque él se humilló tanto. Viendo hacia atrás a su tiempo de encarcelación, notó solemnemente: "Me hizo ver que si sufría correctamente, primero tenía que dictar una sentencia de muerte sobre todo lo que era llamado algo en la vida, aun yo mismo, mi esposa, mis hijos, mi salud, mis placeres, y todo como muerta a mí y yo muerto a ellos. Y segundo, vivir en Dios que es invisible. Yo veo que la mejor manera de sufrir es confiando en Dios por medio de Cristo, tocando el mundo venidero; y al tocar este mundo contar el sepulcro como mi casa, y mi cama como la oscuridad."
Segundo, Bunyan persistía en su llamado. No sabía de la cosecha extensa que resultaría de sus escritos después de su muerte. Durante sus años de encarcelación, fielmente dedicó hora tras hora a estudiar la Biblia, nunca sabiendo cómo ni cuando Dios lo usaría, o si lo libraría. Él decidió ser fiel y encomendar la cosecha a Dios.
Bunyan no medía su éxito por grandes cantidades de personas o instalaciones finas. Lo medía por fidelidad. ¿A qué nos ha llamado Dios? ¿Estamos dedicando nuestras vidas a esto? ¿Estamos desanimados por resultados escasos? Tenga valentía. Bunyan medía el éxito por la fidelidad, confiando en Dios por los resultados que Él pensaba necesarios de producir.
De una perspectiva humana, Bunyan vio pocos resultados durante su vida. Ahora está disfrutando su recompensa en la eternidad. Si persistamos en nuestro llamado, tendremos la misma recompensa. Emule a Juan Bunyan. Era un hombre fiel.