ARIES
Del 21 de marzo al 20 abril
¿Se ha encontrado ultimamente el lector con una persona excepcionalmente amistosa, de modales enérgicos, firme en el apretón de manos y pronta en la sonrisa? Pues prepárese para una de esas danzas en el corro que le dejan a uno mareado. Lo más probable es que acabe de ser adoptado por un Aries. Y muy especialmente si advirtió que le resultaba un poco dificil llevar la voz cantante en la conversación. ¿Está dedicado a alguna causa idealista y difiende coléricamente a los débiles? Es característico. Hombres o mujeres, son personas que lucharán sin vacilación contra lo que les parece una injusticia, y que no se avergüenzan de expresar sus opiniones. El Carnero contestará con igual energía a un policia de tráfico o a un ganster armado, si cualquiera de ellos le molesta. Es probable que después lo lamente, pero en el ardor del momento no habrá cautela capaz de detenerlo. La gente de Marte va directamente al grano, sin vacilaciones. Aries es el primer signo del zodíaco. Representa el nacimiento, como Piscis representa la muerte y la consciencia del alma. El Carnero no es consciente más que de si mismo . Es el infante del zodíaco, el bebé recién nacido, totalmente absorbido por los dedos de sus pies y de sus manos. Sus necesidades son lo primero. Si un Aries tiene una idea o algo que quiere apartar de su mente, no tendrá el menor resquemor de llamarle a uno a las cuatro de la mañana ¿Por que no ha de estar todo el mundo despierto para escucharle? Si él está despierto, y es eso lo único que cuenta. Quiere algo y lo consigue. El Carnero puede fantasear de aquí a mañana, y tejer los sueños más fabulosos, pero como mentiroso no vale un rábano. Lo que muestra a quien le mira es lo que es. Nada hay en el de complicado ni oculto . Es tan vulnerable como el bebé, e igualmente desvalido. Y tal vez desvalido no sea la palabra justa. Vulnerable, si... pero desvalido, de ningún modo. Son de estructura ósea delicada pero fuerte, y es raro que un Aries resbale y caiga. Su postura refleja una total confianza en si mismo y en su yo. Son gente a la que nada aplasta para siempre, y el fracaso menos todavía. La persona regida por Marte le mirará a uno directamente en los ojos, con desenfadada limpieza y con una fe bastante conmovedora. Un aries jamás mostrará su decepción en la superfecie, si puede evitarlo. Si alguna vez se le ve llorar sin recato, es seguro que, de alguna manera, el dolor le ha llegado al alma. Los Aries prefieren caer muertos antes de mostrar debilidad...y entre ellos hay quienes, literalmente, corren el riesgo de lo primero por evitar lo segundo. Aries es muy directo, por decirlo sin exagerar. A la naturaleza de los regidos por Marte les son totalmente ajenas la falacia y las desviaciones. Aunque la franqueza y una alentadora honradez configuran el sello distintivo del signo, no es un buen negocio hacerle un préstamo a un Aries. Hay entre ellos quienes carecen de estabilidad y exhiben una falta de responsabilidad infantil. Incluso los que han llegado a madurar pueden olvidarse de las deudas en la omnipresente excitación del siempre nuevo desafío el momento, que acaparará totalmente su atención. Claro que terminarán por pagar sus cuentas alegremente y con la mejor disposición, pero es posible que cuando los alcance, el acreedor ya se haya quedado sin aliento. Todos os Aries, en algún momento de su vida, mostrarán alguna forma de comportamiento temerario que les signifique sufrir heridas en la cabeza o en la cara. También son probables los cortes y quemaduras, y los dolores de cabeza, a veces tan intensos que pueden llegar a jaqueca y que es posible se originen en infecciones renales. Pero de todas maneras se las arreglará durante años para mantener lejos al médico, hasta que se desplome por agotamiento o hasta que llegue a una edad en la que alcance mayor sensatez. No hay peligro de que un Aries se haga drogadicto. Normalmente no tomará siquiera una píldora para dormir. Decididamente, prefiere quedarse despierto (por el miedo de llegar a perderse algo). Dígase lo que se diga de su carácter impulsivo, rara vez se puede acusar de tristeza a los nativos de este signo. Aunque sean sembradas, las semillas de la depresión mueren rápidamente en el suelo de Aries. Pero los Aries se aferran a la preciosa idea de que nadie más puede hacer nada con la eficiencia de ellos, y ello pueden conducirles a mil desastres. Aries llevará a la práctica sus planes con arrojo y confianza, y pocas veces se dará cuenta de que está yendo más allá de sus fuerzas y buscándose una úlcera o un colapso nervioso. Al Aries nadie puede acusarle jamás de haraganería. Por más que el Aries arremeta hacia adelante con confianza, tenga poco en cuenta los sentimientos ajenos, y su actitud--especialmente cuando es joven-- sea la de "primero yo", tammbién puede se el más cálido y genersoso de todos los signos solares. No es cruel: simplemente, cree con sinceridad que él puede hacer cualquier cosa mejor que cualquiera, y es psicológicamente incapaz de quedarse tranquilo mientras los demás chapucean y fracasan. Si se le da a elegir entre el dinero y la gloria, eligirá infaliblemente la gloria. Tiene tanto cariño por el dinero como cualquiera, pero aún quiere un poco más al elogio y a la fama. El Carnero tiende a tomar decisiones instantáneas si autorización de sus superiores. En su discurso puede parecer satírico, y cortante en la invectiva. La cólera de Aries se desencadena con la velocidad del sonido, pero por lo general ha desaparecido antes de que su víctima se haya enterado de que es lo que la provocaba, y la sonrisa infantil y grata no tardas en aparecer. A la gente de Marte se la acusa de tener un carácter terrible.....y lo tienen. Pero también tienen una total incapacidad para mantener su ira durante mucho rato y, una vez que ha pasado , sus agravios quedan por lo general enterrados y olvidados. Aries da tal impresión de sinceridad que resulta sorprendente la decisión con la que defiende como si fuera un hecho algo que él sabe--o debería saber-- que no es verdad. Acusadle de falta de honradez y se os quedará mirando atónito, bien abiertos sus cándidos ojos por horror de que podais dudar de él. Es capáz de vendarse los ojos y ponerse tapones en los oídos para excluir algo que lo que no quiere creer. Incluso cuando su posición es completamente insostenible, seguirá valientemente al pie del cañón, luchando con total convinción por la causa perdida. Pero también, en un momento de la decisión rápida, puede cambiar de idea respecto de alguna opinión que uno habría considerado innata en él, y cuando esto sucede, se le hace imposible volver al punto de vista anterior, y hasta recordarlo siquiera. Su urgencia por arrojar el pasado al cesto de los papeles y seguir adelante a toda velocidad (una de las principales razones de su adaptación a los lugares y a la gente nuevos) le lleva a pensar que quienes intentan razonar con él están interfiriendo en su progreso. Entonces puede darse el caso de que arroje a los cuatro vientos el escaso tacto que posee. Aries tiene en su naturaleza una faceta de inocencia y de avidez, y una especie de fe ingenua, eterna y alegre, mezcladas con el fervor ciego del cruzado nato. Marte es de cuernos duros como el diamante , y difíciles de romper. Es frecuente que lo vea todo rojo, pero cuando las chispas desaparecen, se vuelve tan alegre y amistoso como una margarita. Su metal es el hierro, y su fuerza indoblegable le da nueve veces más vidas que a otros para vivir; nueve veces más oportunidades de ganar la batalla. El fuego que consume su espíritu puede ser una antorcha llamenante que ilumine el camino del valor para cualquiera capaz de reconocer su idealismo. Es el que abre caminos, el que siempre lleva adelante a los otros hacia la meta imposible,. Su fe, bella y férrea, es pura, sin asomo de aleación con la hipocresía y la codicia. Es raro que amase una fortuna, y si llega a hacerlo, no tendrá tiempo para detenerse a contarla. Podeis contar con su dinero, su ropa o su tiempo. El siempre tiene algo que le sobra, por más estrecho y pobre que pueda encontrarse momentáneamente. El Carnero sabe que el pan que se arroja a las aguas no sólo alimenta su yo y vuelve en mayor cantidad, sino que hace féliz a la gente, y esa es una de las cosas que más le gustan en la vida. Para Aries, los milagros son a dos centavos la docena, y si se os acaban, él os hará unos cuantos más, envueltos en hermosos sueños de color escarlata.
Linda Goodman
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