Por doquier se nos desafía a trabajar incansablemente para lograr la excelencia en nuestra vida laboral. No todos estamos destinados a una profesión o a un trabajo especializado, menos aún son los que se elevan a la altura del genio en las artes y las ciencias.
Muchos están destinados a ser obreros en las fábricas, los sembrados y las calles. Pero no hay trabajo que no tenga importancia. Toda tarea que eleve a la humanidad es digna e importante, debería ser asumida con aplicada excelencia.
Si alguien está llamado a ser barrendero, debería barrer tal como Miguel Angel pintaba, cómo Beethoven componía música o como shakespeare escribía sus versos.
Debería barrer las calles tan bien que todos los habitantes del cielo y de la tierra se detuvieran a decir;: " Aquí vivió un gran barrendero que cumplió muy bien con su trabajo"
Martín Luther King. Jr.