Durante su visita a Argentina el Papa, cansado de tanto protocolo y alabanza se decide romper un rato las reglas. Cuando sube a la limousina para uno de los traslados no públicos le dice al chofer: - Hijo mío... tengo ganas de romper un poco el protocolo... ¿Serías tan gentil de dejarme manejar mientras tú te vienes atrás para descansar? Nadie puede negarle algo al Papa, ¿verdad? Y aquí vamos, con el Papa al volante y el chofer sentado atrás en una enorme limousina de vidrios polarizados. Un poco olvidado del arte de conducir y sin importarle nada, el Papa va por una de las avenidas principales de Capital Federal sir respetar el máximo de velocidad, chocando tachos de basura y haciendo poco caso a las señales de tránsito, y sin detenerse ante los semáforos en rojo. Ante esto, los persigue un patrullero de la policía, el cual hace detener la limusina. El Papa baja su ventana, y al verlo el policía se asombra y, sin decir nada, regresa a su vehículo, toma la radio y se produce el siguiente diálogo:
Oficial - "Patrulla #505 a central, cambio" Central - "Si, oficial, qué sucede?" Oficial - "He detenido a un tipo que parece muy influyente y poderoso y no sé como proceder. Cambio" Central - "Pues haga lo común y siga con los procedimientos normales, no importa si es poderoso o no" Oficial - "No, es que este tipo ha de ser excesivamente influyente y no me quiero meter en problemas, cambio" Central - "Ah carajo, ¿Es narco o qué?" Oficial - "No, hombre, mucho más pesado que cualquier narco!" Central - "Ah, ¿Acaso es algún capo de la mafia?" Oficial - "No, estoy seguro que el capo de la mafia no le debe ni llegar a los talones al tipo este. Cambio" Central - "A la mierda ... ¿Pero quien carajos es entonces?" Oficial: "Pues no sé, pero... se me hace que es DIOS, Cambio..." Central - "Está Usted pedo; como que DIOS, ¿Por qué lo dice?" Oficial - "Si, debe ser DIOS, porque sino ...¿¿¿Quién más podría traer al PAPA de chofer???"
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