Okinawa es célebre por la salud de su población centenaria.
¿Pero qué comen sus habitantes para mantener ese saludable aspecto? La
longevidad de sus habitantes está ligada a su dieta: baja en calorías, con poca
grasa animal y muchas frutas y legumbres.
Sésamo
Ricos en ácidos grasos
insaturados y en fibra, los granos de sésamo contienen una alta dosis de
minerales (magnesio, zinc, fósforo...) que los convierte en poderosos aliados de
la longevidad. Incluso tienen la facultad de mejorar la circulación sanguínea y
la digestión. Espolvoréalos sobre tus platos o inclúyelos en el postre.
Cerdo
Los habitantes de
Okinawa consumen poca carne, pero cuando lo hacen, optan por la careta y las
manitas de cerdo, las piezas más pobres en grasa. Entre otras virtudes, esta
carne ayuda a disminuir la artrosis y el reuma. Además, no hay que olvidar que
las proteínas animales son una importante fuente de zinc y vitamina B12,
indispensable para el buen funcionamiento de nuestro organismo
Algas
Muy ricas en yodo,
nutriente indispensable para la síntesis de la hormona tiroidea. Bajas en
calorías, las algas destacan por su aporte en vitamina E (antioxidante) y
betacarotenos, básicos para retrasar el envejecimiento y proteger la piel y las
mucosas de los radicales libres.
Aceite de colza
Pobre en ácidos grasos saturados, sin embargo es rico en
grasas mono-insaturadas y en omega 3. Gracias a ello, reduce la inflamación y el
nivel de grasa en sangre, y favorece los intercambios celulares. Eficaz para
prevenir las enfermedades cardiovasculares, su riqueza en vitamina E le da
propiedades antioxidantes
Soja
Más consumida en Okinawa que en el resto de Japón, es
una gran fuente de proteínas no grasas que protegen el corazón y el cerebro.
Contiene omega 3, lo que favorece la eliminación del colesterol “malo”. Puede
prepararse hervida, igual que las lentejas, y aporta más calcio, hierro y
fósforo que otras legumbres.
Té verde
Muchos estudios han demostrado la utilidad de esta
planta en muy diversas patologías. Parece ya casi incuestionable su capacidad
para reducir el colesterol “malo” y aumentar el “bueno”, proteger frente al
cáncer de vejiga, ovarios o páncreas y prevenir los problemas hepáticos y los
cardiovasculares. Todo eso, sólo con tomar tres tazas diarias.
Rábano negro Aporta gran
cantidad de vitamina C, que ayuda a combatir las infecciones invernales y a
luchar contra los radicales libres. Su alto contenido en fibra y agua favorece
el tránsito intestinal y a depurar el hígado. De venta en tiendas
especializadas.
Pescados
Antioxidantes y antiinflamatorios, los pescados como las
sardinas, el salmón o el atún son una fuente de omega 3, magnesio y yodo. Nos
protegen del estrés y la hipertensión. Lo ideal es consumirlo tres veces por
semana.
Agua
El agua de la
isla es muy rica en calcio. Como no se consigue en los comercios, en su lugar
busca una con alto contenido en calcio y magnesio, que refuerzan los huesos y
mejoran la tensión arterial.
Arroz
Este cereal no contiene gluten, sustancia fuertemente
alergénica, tampoco proteínas y apenas grasa. Bajo en calorías, sin embargo es
muy rico en almidón. Para beneficiarse de todo su poder en fibras, vitaminas y
minerales, lo ideal es alternar el consumo de su amplia gama de
variedades.
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