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Uno de los placeres más liberadores y ricos es, sin duda, reír a carcajadas... además, dicen que es bueno para la salud porque además de accionar muchísimos músculos del cuerpo, genera endorfinas neurotransmisoras que el cerebro recibe y provoca que nos sintamos bien.
La risa abre puertas, cura el alma, alegra el día y si estábamos de mal humor, nos ponemos inmediatamente de buenas y vemos el panorama con mejor color, así que nos lleva a tener una mejor actitud.
Es el arma para desarmar la indiferencia, la ira y el rechazo. Limpia el aire durante algún momento de tensión.
Supuestamente los niños ríen entre 200 y 300 veces al día, o más, mientras que los adultos lo hacemos entre 20 y 30 (si bien nos va!). Quizá no sea tanto la falta de oportunidades, sino que poco a poco vamos perdiendo la capacidad de asombro que nos provoca una sonrisita de vez en cuando. La vida nos va pareciendo plana.
Hoy fui a renovar mi licencia de manejo a esas oficinas de gobierno donde todos están con carota y las personas que nos atienden siempre están cansadas, de malas o simplemente parece que no les gusta su trabajo, lo cual a nosotros quizá nos provoque lo mismo; pero por qué no probar un día, en vez de llegar y poner tu cara de sargento amargado, regalarte y regalarle a la persona que tienes enfrente una sonrisa?, verás que el trámite deja de ser una monserga para ti y para el que te atiende.
En una de esas ganamos que nos atiendan mejor y con gusto, y nosotros a la vez le ofrecemos a la persona que nos está atendiendo, aligerar un poquito su trabajo.
Dicen que llorar limpia el alma, y no lo niego, yo lo hago de vez en cuando, pero lo que nos deja una sesión de risa, es mucho más perdurable...
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