Un rabino y un cura entran juntos a un bar para tomar algo fresco, sin darse cuenta de que se trataba de un bar "Gay". Poco después, un jóven se acerca al cura y lo invita a bailar. El padre enmudece, se ruboriaza, balbucea una oración y, finalmente, le susurra al rabino: - Por favor, ayúdeme a salir de ésta situación; estoy completamente avergonzado. - El rabino le murmura algo al oído del jóven, que se aparta inmediatamente. El padre deja escapar un suspiro de alivio y le pregunta al amigo: - Le agradezco infinitamente, pero... ¿puedo saber qué es lo que le dijo?.- - ¡Que estámos en Luna de Miel!. |