Iluminar El Camino
Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente,
un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles
llevando una lámpara de aceite encendida.
La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella.
En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo
lo mira y de pronto lo reconoce.
Se da cuenta de que es Guido, el ciego del pueblo. Entonces,
le dice:
- ¡Guido, si tú no ves! ¿Qué haces con una lámpara en la
Entonces, el ciego le responde: - Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la
oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que
otros encuentren su camino cuando me vean a mí.
Reflexión:
No sólo es importante la luz que me sirve a mí, sino también
la que yo uso para que otros puedan también servirse de ella.
Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y
para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo
necesite.
Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil. Aunque
muchas veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho más el
camino de los demás, a través del desaliento, la crítica, el
egoísmo, el desamor, el odio, y el resentimiento.
¡Qué hermoso sería sí todos ilumináramos los caminos de los
demás! Sin fijarnos si lo necesitan o no. Llevar luz y no
oscuridad. Si toda la gente encendiera una luz, el mundo
entero estaría iluminado y brillaría día a día con mayor
intensidad…
Todos pasamos por situaciones difíciles a veces, todos
sentimos el peso del dolor en determinados momentos de
nuestras vidas. Todos sufrimos en algunos momentos,
lloramos en otros.
Pero no debemos proyectar nuestro dolor cuando alguien
desesperado busca ayuda en nosotros. No debemos
exclamar como es costumbre: “La vida es así”, llenos de
rencor, llenos de cinismo, apatía, y odio. No debemos.
Al contrario, ayudemos a los demás sembrando esperanza
en ese corazón herido. Nuestro dolor es y fue importante,
pero se minimiza si ayudamos a otros a soportarlo, si
ayudamos a otro a sobrellevarlo.
Demos luz. Tenemos en el alma el motor que enciende
cualquier lámpara, la energía que permite iluminar en vez
de oscurecer. Está en nosotros saber usarla. Está en
nosotros ser Luz y no permitir que los demás vivan en
la oscuridad.
Autor Desconocido
Nanita
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