CUANDO LOS POEMAS HABLAN
-Audroc-
Lo que silencio al mirarme en tus ojos
me estalla en los poemas que te escribo,
y no me alcanzarían ni mil libros
con letras desangradas con sus rojos.
Se precipita un mar de sentimientos
en tormentosos vientos de imposible
y aunque quisiera hablarte, no es posible,
sin matarte el corazón por sufrimientos…
No puedo descubrirte los secretos
que mi alma atormentada guarda,
prefiriendo por ello, dar la espalda,
a sumirte en un mar de sufrimientos.
Hay cosas tan ocultas y guardadas,
que se oponen a lo que por ti siento,
que pese estar muriendo, me contengo,
por no verte sufrir: ¡Mi más Amada...!
Así,
como una flor entre la escarcha
he visto congelarse mis anhelos,
y cuanto más te pierdo,
más te quiero,
y cuanto más me alejo,
más me acerco.
Te Amo y te deseo
con las fuerzas,
de incontenibles
noches de agonía…
De mirarte sin verte,
de pensarte...
De besarte en mi almohada
blanca y fría.
De acariciar tu cuerpo
sin tu cuerpo,
recreando tus manos
en las mías…
De sentir el roce
de tu piel deseada:
¡vibrar… !
¡Temblar…!
Junto a la mía.
De acariciar tus senos,
entre tanto,
giras tus ojos
para encontrar los míos…
aproximándome…
Lento…
Muy lento…
Fundiendo así tus labios
con los míos…
¡Pero es mentira…!
¡Sólo abrazo vacíos…!
¡Son sábanas muy blancas
y muy frías!.
Recreo,
en mi mente situaciones,
de momentos contigo:
Una mirada…
Tu sonrisa…
Alguna imagen perdida,
que de tanto y tanto Amarte,
es revivida…
Estás en mi
todos los días
y en todos los momentos
de mi vida.
Y en secreto lo guardo…
Por no causarte heridas…
Tan sólo por poemas puedo hablarte
y en ellos brindarte la caricia,
que oculta en el misterio de una brisa,
unifique tu alma con la mía.
Decirte que Te Amo…
Sin decirlo…
Besarte en cada letra,
sin hacerlo…
Leer tu corazón
aún sin verlo…
Y soñar con lo que nunca
ha sucedido…
Regalarte la rosa de los vientos,
que tu mano jamás hubo alcanzado,
y esperar nada, esperando todo,
mientras se escapa tu vida de mi lado.
Descubrir de una lágrima callada
un: “NO ES POSIBLE amar como me amas”,
y escuchar en silencio una balada
reflejando el dolor de nuestras almas.
(me pregunto: …
¿lograrás comprender estas palabras…?)
Cuando veas Mi Amor
que los rosales
se marchitan de dolor
y sangran,
deja que tu mente vuele hasta mi,
recuerda mi silencio,
y piensa…
¡Cuándo los poemas hablan…!