Podrán las aves cansarse en su constante viajar, de norte a sur, de sur a norte...
Podrán las hojas marchitarse al llegar el crudo invierno, o desaparecer sobre fuego eterno...
Podrán las letras agotarse, por tanto poema de amor, o morir ante tanto dolor...
Podrá desfallecer mi grito, que enfurecido clama porque las horas se acaban...
O querrán las flores jamás el sol volver a ver, y morir sin aun nacer...
Oh amor mío! Todo podrá agotarse... la vida, el sol, la luna, el viento el entero universo...
Pero jamás se agotará esta semilla de amor, que en mi corazón sembraste.
Te amo, te amaré por toda la eternidad.
(Desconozco autor)
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