Los 33 mineros atrapados a 700 metros de profundidad en la mina San José se encuentran ilesos, según un mensaje y una carta que lograron amarrar en una barra metálica de una sonda que ayer llegó hasta donde se encuentran. "Estamos bien en el refugio, los 33" dice el mensaje escrito con letras rojas firmes, en un papel de cuaderno. Los mineros atrapados lograron también poner pintura roja y golpear la barra metálica como señal a quienes los buscaban.
Otro minero, Mario Gómez, de 65 años, el más veterano y con mayor experiencia, envió una carta a su esposa, contándole que abajo sentían como se acercaban los sondajes para dar con ellos, y diciéndole que la ama a ella y a sus hijas. En la carta Gómez cuenta que han tenido agua, que caía por la canaleta del techo del refugio.
El presidente Sebastián Piñera, que viajó a la zona por cuarta ocasión, confirmó ayer a los parientes de los mineros y a la prensa la noticia del hallazgo con vida de los trabajadores, atrapados desde hace 17 días en la mina San José, 950 kilómetros al norte de la capital, después de un derrumbe.
"Me siento más orgulloso que nunca de ser chileno", afirmó Piñera, al agradecer el temple de los mineros atrapados y de sus familiares y el trabajo de los rescatistas. "¡Viva Chile, mierda!", exclamó Piñera, quien reconoció la unidad de todos los sectores detrás del trabajo de rescate, y afirmó que nunca perdió la esperanza de este hallazgo. "Esto refleja lo que un país unido puede lograr", dijo.
Cientos de chilenos acudieron con banderas a las plazas de las principales ciudades del país y cantaban el Himno Nacional, mientras conductores de automovilistas tocaban las bocinas de sus coches, como cuando se celebra un triunfo deportivo, en una explosión espontánea de alegría. Junto a la mina, muchos parientes de los mineros lloraban y otros ondeaban banderas chilenas, coreando la misma consigna que usaron los hinchas para el Mundial de Sudáfrica, pero adaptada: "Chi, chi, chi, le, le, le, mineros de Chile".
Después de encontrar con vida a los mineros, el trabajo de los rescatistas se concentrará en mantenerlos en buenas condiciones y comenzar a horadar el suelo con nuevas maquinarias, para abrirse paso hasta donde se encuentran y hacer la extracción en jaulas, lo que puede tardar hasta tres meses. Nuevas maquinarias permitirán ensanchar a 66 centímetros el ancho del orificio, para subir a los mineros uno a uno.
La primera prioridad después de abrir una comunicación permanente con los mineros es alimentarlos, porque sólo tenían comida para dos días. Por el orificio que abrió la sonda que los ubicó se bajará una cámara, micrófono y luz. A través de esta y otras sondas, en pequeños envases se les bajarán alimentos, agua y medicinas.
"Esto es equivalente a un nacimiento de un hijo", decía emocionado un trabajador rescatista.
Leyra querida, estoy con tu pais , deseo de todo corazón , acabe ya tanta tragedia como estais padeciendo
un fuerte abrazo Natalij