|
Átame a tu piel de tal forma que tu corazón junto al mío, sea un sólo latido. Que tu mirar llegue a lo profundo de mi alma, en la voluptuosa marea del candente quejido.
Átame a ti, sin cadenas ni sombras, fúndeme a tu cuerpo, gobernando mi mente, yo soy un huerto de besos que siembras en el páramo arrullo de la noche incipiente.
A/D
|
| |