Reflexión de fortaleza – Carencia afectiva
Carencia afectiva
La carencia afectiva es un mal que afecta a todos los rangos de edad,
culturas y clases sociales.
Es peor que la gripe, que viene y se va,
Es un mal que consume a las personas despacito.
La indiferencia de la sociedad actual de cara a los problemas del mundo,
hace que las personas se sientan solas y carentes.
Existen cada vez más personas solitarias cuanto más crece la población.
Las personas tienen sed de amor. El problema es que rara vez quieren ser fuente.
Entonces se corre de un lado para el otro, algunos intentan encontrar
compensación a nivel profesional, otros en religiones, creencias y sectas.
Internet también hace parte de ese mundo.
Aquí se buscan amores, amistades y certezas de que algo existe todavía
capaz de compensar la falta de afecto.
Más que hablar, necesitamos vivir.
El día que las personas comprendan que la solución
está dentro de ellas mismas, entonces el mundo tendrá una oportunidad
para salir de éste caos.
Si quieres ser amado, entonces ¡ama!
¿Quieres una sonrisa? entonces ¡sonríe!
¿Quieres recibir e-mails? entonces ¡envía!
¿Quieres cariño? entonces da ternura
¿Quieres atención? entonces ¡sé atento!
Tal vez no funcione inmediatamente.
Es un remedio que necesita de tiempo para comenzar a surtir efecto.
Tenemos la manía de querer comprar todo.
Pero muchas cosas en la vida necesitamos plantarlas,
cuidarlas y cosechar con nuestras propias manos.
No todo se vende y se compra y el afecto hace parte de esas raras cosas.
No amemos al prójimo porque él nos amó primero.
Vivamos de manera que podamos serlos primeros en dar afecto, amor, atención.
Seamos los antídotos del odio y de la indiferencia.
Todo lo que venga después, será compensación.
Estaremos contribuyendo así para una sociedad más humana,
más justa y más equilibrada.
Letícia Thompson