Toda la naturaleza es un anhelo de servicio:
Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco.
Donde haya un árbol que plantar: plántalo tú.
Donde haya un esfuerzo, que todos esquiven: acéptalo tú.
Se tú el que apartó la piedra del camino, el odio entre los corazones, las dificultades del problema. Hay alegría en ser sano y en ser justo. Pero hay, sobre todo, la hermosa, la inmensa alegría de servir.
¡Que triste sería el mundo, si todo en él estuviera hecho... Si no hubiera un rosal que plantar, una empresa que emprender!
No sólo se hace mérito en los grandes trabajos... hay pequeños servicios:
Adornar una mesa, ordenar unos libros... el servir no es faena de los seres superiores.
Dios, que da el fruto y la luz, sirve.
Tiene los ojos fijos en nuestras manos y nos pregunta cada día... ¿Serviste Hoy?
Gabriela Mistral