A quien madruga, Dios lo ayuda.
Muchas veces, el éxito depende de la rapidez.
Al perro flaco no le faltan pulgas.
Al abatido y caído se le juntan todos los males.
A buen entendedor, pocas palabras bastan.
La persona inteligente, comprende rápido lo que se quiere decir.
A su tiempo maduran las brevas.
Hay que tener paciencia para lograr algo.
Genio y figura hasta la sepultura.
No es fácil cambiar el carácter.
En todas partes se cuecen habas.
Las flaquezas humanas no son exclusivas de ningún lugar.
Quien siembra vientos, recoge tempestades
Los malos ejemplos e ideas, tienen funestas consecuencias.
A caballo regalado no se le miran los dientes.
Si algo no cuesta, no se tienen pretensiones.
Matar dos pájaros de un tiro.
Resolver dos problemas con una misma acción