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Una Mujer Está Sola
de
Aída Cartagena Portalatín
Una mujer está sola. Sola con su estatura. Con los ojos abiertos. Con los brazos abiertos. Con el corazón abierto como un silencio ancho. Espera en la desesperada y desesperante noche sin perder la esperanza. Piensa que está en el bajel almirante Con la luz más triste de la creación. Ya izó velas y se dejó llevar por el viento del Norte en fuga acelerada ante los ojos del amor. Una mujer está sola. Sujetando con sueños sus sueños, Los sueños que le restan y todo el cielo de Antillas. Seria y callada frente al mundo que una piedra humana, Móvil, a la deriva, perdido el sentido de la palabra propia, de su palabra inútil. Una mujer está sola. Piensa que ahora todo es nada y nadie dice nada de la fiesta o el luto de la sangre que salta, de la sangre que corre, de la sangre que gesta o muere de la muerte. Nadie se adelanta ofreciéndole un traje para vestir su voz que desnuda solloza deletreándose. Una mujer está sola. Siente, y su verdad se ahoga en pensamientos que traducen lo hermoso de la rosa, de la estrella, del amor, del hombre, de Dios.
26/07/2013
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