Por la noche la vi en una foto:
estaba en un barco, me miraba;
tenía la estrella en su cielo,
rubia como el sol de la mañana.
Y me dormí.
Con la vista fija en el horizonte
y los ojos cerrados en cubierta,
mi mente, mis sueños y mis sentidos
navegaron sedientos por la mar muerta.
Y vi a mi amor en mi sueño
sonriendo sobre las aguas
y en ese instante mismo
desperté solo en mi cama.
Ella ya no estaba allí.
Cerré los ojos entonces
para volver al sueño del sueño
y volvió rápido conmigo,
juntos,
en un antiguo sueño eterno.