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Amar con pasión dos veces, no es falacia ni querer repetido; es nuevo frenesí que amanece, cuando en el tiempo vivido, el primer amor desvanece, y el corazón conserva brío.
No reemplaza un amor a otro, amores ciertos no tienen sustituto: es de ellos principal atributo, edificar sobre lo que ya está roto.
D.A.
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