Aristóteles decía que ponerse furioso era fácil. Pero estar furioso con la persona correcta, en el
momento correcto, por el motivo correcto y de la forma correcta, eso no es fácil.
Y en efecto, esta frase engloba un concepto cuyo origen es prácticamente reciente, pero
cuya esencia es conocida desde la antigüedad. Se trata de la Inteligencia Emocional (IE).
"La Inteligencia Emocional es la capacidad de reconocer nuestras propias emociones,
las de los demás y saber manejarlas. Es motivarnos a nosotros mismos y aprender a gestionar
las relaciones con los otros", comenta para tva.com.mx Claudia Ordóñez, investigadora
de Inteligencia Emocional y Productividad Industrial.
Según la especialista, la Inteligencia Emocional nos sirve en todo: en la empresa, en el hogar, en la pareja:
"Si tenemos un ataque de ira o nos enojamos fácilmente con alguien, lo principal es calmarnos, luego
identificar la emoción, pensar en la solución al problema y no sólo irnos con la
primera impresión que tengamos."
La Inteligencia Emocional se encuentra ligada a una mejor calidad de vida, así lo explica
Claudia Ordóñez: "Se ha visto que las personas que tienen mayor IE se desarrollan mejor en la vida,
se perciben mejor a sí mismas , tienen mayor desarrollo, son más empáticas y tienden a
dar más y mejores respuestas."
Generalmente se piensa que la Inteligencia Emocional es más importante que el
Coeficiente Intelectual, pero simplemente son conceptos diferentes y se deben tomar como tales:
"El IQ determina ciertas capacidades y ciertas habilidades que nos determinan
cierto éxito en ciertas destrezas".
Actualmente existen cuestionarios que nos permiten medir nuestra Inteligencia Emocional,
aunque reconocer por nosotros mismos si contamos con ella, no es una cuestión fácil.
De acuerdo con la psicóloga, primero debemos plantearnos si nos sentimos bien con nosotros mismos,
si no tenemos problemas, si nos estamos aceptando como somos. Por el contrario, si todo mundo
nos está diciendo que nuestra actitud es mala, no nos estamos relacionando o no tenemos los
amigos que queremos, si sentimos una falta de afecto, es porque algo en nuestra persona no
está de manera correcta.
La especialista advierte y detalla que en México, respecto a la Inteligencia Emocional,
hace falta una estandarización de una prueba con validez para nuestra población.
También dice que hace falta que se tome más en serio una propuesta de Inteligencia
Emocional porque es muy desdeñada por ciertas ramas: "Si no se tienen las bases y
si no hay una propuesta para Educación Emocional, no podemos esperar que un país
tenga Inteligencia Emocional", concluye la psicóloga.
Y tú, ¿qué tan seguido "explotas"?