Moscú, ciudad gigantesca.
Estás magnífica, Llunadós, ahí, frente a
la catedral de San Basilio.
Las circunstancias me están obligando a retrasar mucho,
durante demasiado tiempo, un anhelado viaje a Moscú.
Un hermano mío estuvo, hace poco más de un año, durante
diez días en Rusia. Llegó a Leningrado/San Petersburgo en
vuelo desde Madrid, y fue a Moscú en tren. Viajó él solo.