Pongo en tus manos mi corazón...
para que se lo enseñes
para que así vea lo que soy
para que así entienda quién soy.
Pongo en tus manos mi salud...
para que me des el tiempo de llegar a ella
para poder entregarle mi amor
para poder enseñarle mi pasión.
Pongo en tus manos mi vida...
para que se la entregues
para que la guarde en un bolsillo
para que no la deseche de la suya.
Pongo en tus manos mis letras...
para que se las leas una a una
para que sepa que mi mundo se rindió a sus pies
para volar a su lado por la eternidad.
Pongo en tus manos mi cuerpo...
para que se lo des en sacrificio
para que lo queme en la hoguera
y lo convierta en combustible para su vida.
Diego Hernán Raquita