Admitir una vez por todas que los demás son diferentes.
Cada cual actúa en función de su carácter,
su sensibilidad y sus ideas.
Bien o mal, ¿quién puede decir?
Todos tenemos nuestros defectos y debilidades,
a la vez que cada cual lleva en sí mismo
riquezas, cualidades admirables, y un potencial de amor.
Hay que saber nutrirse con esta diversidad
en vez de ofuscarse por ella.
D.A.
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